La previa muerte del lugarteniente Aloof
La resaña con seña
Se oye comentar a la gente del lugar que Juan sin Credo ha leído la última novela del escritor Álvaro Pombo, La previa muerte del lugarteniente Aloof, publicada por la Editorial Anagrama en noviembre de 2009.
Parece que existen dos voces narrativas que se entrecruzan, las dos en primera persona; una perteneciente a un jubilado profesor universitario de narratologia y otra que es la del lugarteniente, en cursiva. Sólo al final de la novela se puede vislumbrar cómo esta última se encuentra manipulada por el rango jerárquico a la que está sometida desde un nivel superior de conciencia del personaje del profesor.
Parece que el tiempo externo o contexto histórico en el primer nivel narrativo -el del profesor- es la actualidad. Dato que podemos extraer gracias a las numerosas citas de autoridad de escritores o críticos contemporáneos como Ángel González, Pérez Reverte, Carlos Mainer, Darío Villanueva. Mientras que el tiempo externo del segundo nivel de la narración -el perteneciente al lugarteniente Aloof- se puede relacionar con la guerra civil española, bien la del siglo XX o de alguna del XIX -dado que el manuscrito del lugarteniente apareció dentro de un libro dedicado a las costumbres zaragozanas fechado en 1859- aunque se respira tal aire de incertidumbre en la lectura que hace plantearse la posibilidad de enmarcar el relato del lugarteniente dentro de un tiempo alegórico.
Parece que el tiempo interno o tiempo de la narración en el primer nivel es de algunos meses, desde que el profesor compra los cartapacios en donde aparecerá el manuscrito hasta que culmina su lectura. Más concretamente desde el mes de diciembre hasta finales de febrero. Sin embargo, el tiempo de la narración del segundo nivel apenas dura diez días del mes de diciembre y se puede rastrear fácilmente pues son varias las veces que así se reflejan en el relato de los hechos narrados por el lugarteniente.
Parece que el espacio principal del primer nivel se ubica en Madrid, en la cuesta Moyano, en la calle Juan de Austria, en el parque del Oeste. Con el segundo nivel de la narración el espacio consta de una geografía imaginaria. Los topónimos son inventados entre los que destacan La Paramera de Polenta, El Puerto del Estajadizo, los pueblos de Aqualenta y san Juan del Alzado, el Regatón del Cuclillo y el pantano de Laboira, todos ellos lugares de la provincia de Mascampanas.
Parece que los personajes principales son el profesor y el lugarteniente. Dentro del primer nivel aparece el personaje de Isabel, una mujer mayor, ya viuda, que había sido la propietaria de los papeles que cayeron en manos del narratólogo y esposa de Juan, el principal sospechoso de ser el autor del manuscrito. En el segundo nivel los personajes más importantes son el ingles John Redkins, alter ego del protagonista Aloof y el cagón sedicioso, antagonista del lugarteniente, Santos Alipio Saavedra. Otros personajes menos relevantes son el capitán y el sargento de voz atiplada o el librero de Moyano.
Dicen que a Juan sin Credo la lectura de esta novela le ha resultado satisfactoria. La prosa de Álvaro Pombo le ha parecido exquisita y la historia, con sus altas dosis de metanarración, le ha causado una buena impresión porque es capaz de alcanzar un cierto grado de originalidad. Además, a diferencia de otras lecturas del mismo autor, está le ha convencido por su breve extensión, puesto que el grado de dificultad y tensión en la prosa de Pombo causa un desfallecimiento en el curso de su lectura que anima, las más de las veces, al abandono repentino de la obra en el confín de las estanterías.
(El autor)