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Juan sin Credo

El caso Kurílov

El caso Kurílov

La resaña con seña


Se oye comentar a la gente del lugar que Juan sin Credo ha leído la última novela reeditada por ediciones Salamandra, en marzo de 2010, cuya primera edición data de 1933, El caso Kurílov, de la autora Irène Némirovsky, de origen ucraniano y fallecida en el campo de extermino de Auschwitz, cuya publicación en el 2004 de su novela Suite francesa resultó ser un fenómeno editorial y cultural sin precedentes.


Parece que el narrador está en primera persona, aunque en el comienzo de la novela se encuentra en tercera para, posteriormente, emplear el recurso ficcional del manuscrito encontrado.


Parece que el contexto histórico se sitúa en 1903, en la Rusia zarista, el otoño anterior al desencadenamiento de la guerra ruso-japonesa.


Parece que el tiempo interno o de la narración abarca ese verano de 1903, mientras el protagonista comparte los momentos anteriores al asesinato de su víctima, aunque también se retrocederá hasta su orígenes, quizá para justificar su actos, a modo de novela naturalista en donde el medio determina tanto las características psicológicas del personaje.


Parece que el espacio principal se ubica en la Venecia del Norte, sobrenombre con la que se conoce a la ciudad de San Petersburgo, donde se encuentra la residencia de verano de los Kurilov. Como espacios secundarios se citan las ciudades de Niza, Ginebra, Lausana o Kiev.


Parece que el protagonista de la novela es León M o Manuel Lengrand, que en el final de su vida analiza los momentos que compartió con el Ministro de Instrucción Pública, Valerian Alexandrovich Kurîlov, alias Cachalote, en un periodo de efervescencia revolucionaria de gran violencia que culminará con la llegada al poder de los bolcheviques en octubre de 1917. Otros personajes secundarios son la amante francesa del ministro durante muchos años de su vida, la antigua cantante Margot, los hijos del primero, Iván e Irene, el príncipe de Malrode, amigo íntimo de Cachalote, que también morirá asesinado en un atentado, el ambicioso Dahl, el cual, momentáneamente, hasta la masacre de los estudiantes, ocupará el puesto de Kurílov, caído en desgracia a ojos de la zarina, y, por supuesto, los Zares Nicolás II y su esposa Alexandra Feodorovna. Por último se puede citar a un personaje siniestro, escasamente desarrollado, que será aquella que, finalmente, lanza la bomba sobre Kurílov, llamada Fanny.


Dicen que a Juan sin Credo la lectura de esta novela le ha resultado entretenida pero con un fuerte olor a naftalina al observar unos patrones narrativos caducos propios de la literatura decimonónica, previos a la introducción de las diferentes innovaciones en el campo de la novela, debidas en su mayor parte a la influencia de las técnicas cinematográficas, como pueden ser, por ejemplo, la multiplicidad de planos o registros, el fluir de conciencia u otras similares.



(La autora)

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