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Juan sin Credo

El cojo y el loco

El cojo y el loco

 

La resaña con seña

Se oye comentar a la gente del lugar que Juan sin Credo ha leído la última novela del escritor limeño Jaime Bayly, El cojo y el loco, publicada por el Grupo Santillana en febrero de 2010, bajo uno de sus sellos editoriales, en esta ocasión Alfaguara.

Parece que el narrador está en tercera persona y alterna los sucesos de los dos personajes principales mediante grandes parágrafos.

Parece que el contexto histórico se sitúa en la época actual, aunque sólo se señala un dato que permita fecharlo y con bastante ambigüedad; el que se refiere a la dictadura militar de un general cojo y bruto, y que puede relacionarse con el gobierno de Juan Velasco Alvarado, impuesto tras un golpe de estado en 1968.

Parece que el tiempo interno o tiempo de la narración transcurre desde el nacimiento de esos dos desechos de las clases elevadas limeñas hasta su temprana muerte, con poco más de veinte años de edad.

Parece que el espacio se ubica en la capital del Perú, en los barrios de la alta sociedad; la Avenida Pardo de Miraflores, Villa María o san Isidro, pero, también, zonas rurales como la estancia de Huaral o la choza de Huancayo.

Parece que los protagonistas son, indiscutiblemente, el cojo Bobby y el loco Pancho, dos elementos carentes de la menor muestra de afecto por parte de sus padres que crecen desapegados, transformándose, sobre todo el primero, en auténticos parásitos de sistema, sin ningún tipo de conciencia ética.

Parece que por parte del cojo los personajes que con él se relacionan son su único amigo Mario, que morirá de un disparo propiciado por el mismo Bobby, al terminar saliendo con su pretendida Dorita, que huye de la violencia del cojo pero que finalmente terminara siendo poseída por su brutalidad; otros personajes menos relevantes son los padres de Bobby, los principales culpables de la conducta psicópata de su hijo al despreciarle desde pequeño por su tara física, Carolina Brannif, Marita o Jaime el mayordomo.

Parece que por parte del loco los personajes que con él se relacionan son su mujer la gringa Lucy Hudson Braun, sus tres cachorritos, Panchito, Elísabeth y Soledad, los padres del Pancho, el libidinoso don Ismael y su mujer doña Catalina, los amigos marihuaneros el pintor Javicho y el músico Pedrito y los holandeses que aparecen en la choza de Huancayo; otros personajes secundarios, son los padres de Lucy y sus hermanas, las mujeres del servicio doméstico, como Juana, que será la que haga perder la virginidad al pichangudo de Pancho, o el Comisario, que se cobrará un favor sexual con Lucy por mostrarle el camino a la choza.

Dicen que a Juan sin Credo la lectura de la novela le ha decepcionado, porque si bien en un primer momento la narración promete con la presentación distributiva de esas dos vidas degeneradas pensando que en algún instante se tienen que unir, no es más que un puro espejismo pues dichas vidas sólo se vincularán en un instante fugaz.

Dicen que a Juan sin Credo el final de la novela le ha parecido fallido, el desenlace es abrupto, no se culmina bien la estructura de la arquitectura narrativa emprendida por el autor. En definitiva, no está bien construida.

Dicen que Juan sin Credo ha llegado a pensar que al Grupo Santillana le ha tocado la crisis de lleno y ha despedido a todos los correctores de estilo pensando nada más que en ampliar su catálogo anual, pese a quien pese, incluso a los buenos lectores.

(Jaime Bayly)

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