Blogia
Juan sin Credo

Tiempo de vida

Tiempo de vida

 

La resaña con seña

Se oye comentar a la gente del lugar que Juan sin Credo ha leído la última novela del escritor Marcos Giralt Torrente, publicada por la Editorial Anagrama en mayo de 2010.

 

Parece que el narrador está en primera persona y representa la voz del propio autor, por lo que se puede encuadrar dicha obra dentro del género literario de la confesión. Una característica sobresaliente que se puede destacar dentro de la voz narrativa es el uso del presente histórico, cuando se refiere a acontecimientos del pasado, uso que dota de un ritmo endiablado a la narración de los sucesos.

 

Parece que el tiempo externo o contexto histórico es el actual que, a su vez, por tratarse de una pseudobiografía, coincide con el tiempo interno. Este último se encuadra desde la boda de sus padres (1964) hasta la confección del libro en su memoria. Para este último dato se citan hasta tres fechas, desde el mes de octubre del 2007, ocho meses después de la muerte de su padre, hasta su término, en el colofón, de 16 de abril de 2009, pasando por momentos intermedios como marzo de 2009 o la primavera de 2008.

 

Parece que el espacio se ubica en Madrid, en las múltiples viviendas por las que pasan los diferentes miembros de la familia, como la de la calle Infanta Mercedes. Sin embargo, también, aparecen varias ciudades en donde el Padre tiene alguna exposición, como Nueva York, Ámsterdam o Berlín, o donde el Hijo recibe alguna beca, como en Roma o en Aberdeen o en la región de la Toscana. Otras regiones que aparecen en la novela es Galicia, de donde es originaria la familia de la Madre y allí comprará una casa para pasar los días de su jubilación, o Valencia, región en donde será destinada la mujer del narrador después de ganar una plaza de profesora de filosofía.

 

Parece que el protagonista es el Padre, el libro está hecho en su honor, para honrar su memoria. Otros personajes son el narrador, la madre, la amiga que conoció en Brasil, segunda mujer del padre y principal foco de disputa en la relación del Hijo con el Padre, y la novia con los labios pintados de rojo, que terminará siendo la mujer del narrador y madre del hijo que está en camino, cuando el autor ya ha terminado la novela-homenaje sobre su padre.

 

Dicen que a Juan sin Credo la lectura de este libro le ha supuesto generar un gesto de aprecio por el autor, pues considera que es digno de cualquier hombre de bien escribir un panagérico sobre tu padre, a no ser que éste haya sido un pérfido y malvado maltratador -que, por supuesto, también existen-

(El autor)

 

0 comentarios