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Juan sin Credo

Eugene Pickering

Eugene Pickering

 

La resaña con seña

Se oye comentar a la gente del lugar que Juan sin Credo ha leído el segundo libro del catálogo de Editorial Contraseña -compuesto en caracteres New Baskerbille e impreso en papel registro de 125 gramos para el interior y un cartulina Chromomat de 250 gramos para la cubierta que fue llevado a imprimir en el mes de mayo del 2010- Eugene Pickering de Henry James, con un prólogo de Vicente Molina Foix, una traducción de Ismael Attrache y unas ilustraciones de Jesús Cisneros.

 

Parece que el narrador está en primera persona y representa la voz de un amigo de la infancia del propio protagonista.

Parece que el contexto histórico se ancla en la actualidad de la época en la que se escribió el relato, en torno a la segunda mitad del siglo XIX. No obstante, no se ofrece ningun dato de carácter cronológico para poder fecharlo con precisión, pero si existen referencias en cuanto a personajes célebres de la época, como la cantante de ópera Adelina Patti o George Sand -seudónimo de Amandine Aurore Lucie Dupin, baronesa Dudevant, novelista francesa del movimiento romántico-, incluso el del famoso estadista Klemens von Metternich, artífice, entre otros, del Congreso de Viena.

Parece que el tiempo interno oscila alrededor de las seis semanas, momento desde que se reconocen los amigos después de quince años hasta que el joven Pickering marcha a Esmirna en busca de su prometida Isabel.

Parece que el espacio principal se ubica en la ciudad alemana de Hamburgo, y predominan los lugares abiertos como el bosque de Hardwald, aunque también aparecen lugares cerrados como la ópera o el casino.

Parece que el protagonista es el casi treintañero y huérfano Eugene Pickering, que ha recibido una educación esmerada pero a la vez claustrofóbica por parte de su padre, fallecido recientemente. Otros personajes son el narrador, el diplomático Niedermeyer y la mujer fatal que vive la realidad de una manera muy literaria, la viuda Anastasia Blumenthal.

 

Dicen que a Juan sin Credo la lectura de este relato le ha resultado significativa en el momento que  se puede rastrear el origen de la femme fatale que tanto juego posterior darían a otros autores de lengua inglesa como a Oscar Wilde con su Salomé. También celebra, nuevamente, el reto de la Editorial Contraseña por rescatar los clásicos contemporáneos del olvido y mostrarlos a los lectores actuales, con toda su vigencia y vigor, ante las fechorías que se publican hoy en día con la vitola de novela del año.

 

(El autor)

 

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