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Juan sin Credo

Adán en el Edén

Adán en el Edén

 

La resaña con seña

Se oye comentar a la gente del lugar que Juan sin Credo ha leído la última novela del escritor mexicano, galardonado con el Premio Cervantes en 1987 y El Príncipe de Asturias en 1994, Carlos Fuentes, Adán en el Edén publicada por el Grupo Santillana en abril de 2010, bajo uno de sus sellos editoriales, en esta ocasión Alfaguara.

 

Parece que el narrador está en primera persona, aunque las interferencias en el discurso narrativo de los textos expositivos, con sus enumeraciones alfabéticas o sus posdatas, ofrecen la característica más llamativa de este nivel. También se pueden señalar las constantes apóstrofes o interpelaciones al lector de las que hace gala el narrador, creando un propicio clima de confianza con el personaje, y por último destaca, de igual modo, el empleo vicario de la narración, cuando se cede la voz al cuñado Abelardo y éste transforma la primera persona gramatical en tercera.

 

Parece que el contexto histórico o tiempo externo se centra en la actualidad; aseveraciones con la era global dan fe de ello, pero, incluso, existe un dato preciso que despeja cualquier tipo de dudas. El narrador cita, en un momento dado de su discurso, el terremoto de 1985, diciendo que aún no se había casado con Priscila, cuando con anterioridad había informado de los veintiún años de matrimonio a su lado.

 

Parece que el tiempo de la narración está enmarcado en apenas unos meses, a los sumo uno o dos años. Sin embargo no se muestra ningún fundamento para poder establecer esta hipótesis temporal. En el inicio de la novela se habla de la Noche de Reyes, en cambio nunca más se vuelve a mentar ningún aspecto que ofrezca pista alguna de este tiempo interno que mide la duración de los acontecimientos en el relato.

 

Parece que el espacio geográfico se ubica en la ciudad de México y predominan los lugares cerrados como el apartamento de Ele, en el callejón de la calle Oslo, la casa familiar de Lomas Virreyes o la oficina. No obstante, los lugares abiertos también se citan como el cruce de Insurgentes y Quintana Roo donde el Niño Dios tiene sus apariciones.

 

Parece que el protagonista es el ambicioso Adán Gorozpe, que quiere mantener su estatus de triunfador por encima de todo. Su antagonista es Adán Góngora, un aspirante de la oficialidad que intenta hacerse un hueco dentro del laberinto del poder que se urde sobre el estado mexicano. Otros personajes menos importantes son la rica familia política de Gorozpe, su suegro don Celestino Holguín, el rey del bizcocho, su irrisoria mujer Priscila y el cuñado con veleidades literarias Abelardo, además de la amante Ele, el niño dios y su madre.

 

Dicen que a Juan sin Credo la lectura de esta última novela de Carlos Fuentes le ha resultado interesante al mostrar una minúscula radiografía de la situación actual de corrupción generalizada de México, sin ninguna posibilidad humana de cambio, exceptuando la encomienda al milagro mariano de la virgen de Guadalupe. De todas formas, esta novelita se encuentra a gran distancia, tanto estética como estilística, de su obra maestra La muerte de Artemio Cruz u otras, también clásicas del mismo autor, Aura o Cumpleaños.

(El autor)

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