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Juan sin Credo

Camino de sangre

Camino de sangre

 

La resaña con seña

Se oye comentar a la gente del lugar que Juan sin Credo ha leído la última novela publicada por el Grupo Random House Mondadori, bajo uno de sus sellos editoriales, en este caso la Editorial Lumen, -dentro de su colección Palabra en el tiempo- Camino de sangre, de Césare Pavese y Bianca Garufi, escrita en 1946 y editada por vez primera de la mano Giulio Einaudi, en 1959, con el título de Fuoco grande, gracias a la recopilación que hizo de la obra de Pavese, Italo Calvino.

 

Parece que el narrador se duplica en dos voces en primera persona, muy bien diferenciadas con su nombre correspondiente en la cabecera al inicio de cada capítulo.

 

Parece que el contexto histórico se centra en una época contemporánea pero alejada del tiempo actual, ya que no se cita ninguna fecha ni se nombra ningún utensilio tecnológico que pueda vincular el contexto dentro del presente. Aparece un tren, en cambio los demás medios de transportes que aparecen durante el relato pertenecen a vehículos tirados por animales, como, por ejemplo, el calesín. También se habla de una guerra, pero no se sabe con certeza si se trata de la Primera o la Segunda Guerra Mundial.

 

Parece que el tiempo interno o tiempo de la narración se enmarca en los tres días posteriores a la Navidad, durante los cuales suceden los acontecimientos luctuosos de la muerte de Gistino. Sin embargo, la acción de relato retrocede hasta el mes de agosto del año que está a punto de finalizar, cuando Silvia rompe su relación con Giovanni.

 

Parece que el espacio geográfico se ubica en Maratea, ciudad italiana situada más al sur que Nápoles, mientras que predominan los lugares cerrados, en concreto la asfixiante casa familiar de Silvia. No obstante, también aparecen lugares abiertos como el cementerio o los paseos por el bosque y la playa.

 

Parece que los personajes principales son Giovanni y Silvia, pero sobre todo será esta última la protagonista dado que se presentan sus tormentosas relaciones con los demás, -exceptuando su amistad con Flavia- en especial con su madre y su padrastro el abogado Dino, como el motivo más importante de la acción narrativa .

 

Dicen que a Juan sin Credo la lectura de este relato le ha resultado indiferente, en cuanto a que aporta escaso nivel de trama narrativa, puesto que se centra, exclusivamente, en el minucioso retrato psicológico de corte neorrealista. Dicen que a pesar de no corresponderse con su gusto literario tal relato ofrece un alto nivel de intriga siendo más importante aquello que no se dice, quedando la responsabilidad de la construcción del significado a la interpretación e hipótesis del lector.

(El autor)

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