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Juan sin Credo

Bodas de bodrio

Bodas de bodrio

 

Parecía que la Gran Crisis ni mucho menos tenía visos de arreciar. Así sucedía en el terreno meteorológico, donde amplias zonas septentrionales de la Península Ibérica se habían visto abnegadas por el intenso temporal que la azotaba con furia y desolación. Tanto y cuanto ocurría en el terreno moral. -¡Cómo no y de tal modo!-

(Lluvias torrenciales)

Por supuesto en los Templos de la Cultura, patrocinados por las siglas de INAEM y toda su sacrosanta doctrina. Su superior benefactura venía dada por su mística manera de paliar la actual miseria con un caldo que contenía algunas sobras de sopa, mendrugos, verduras y legumbres que ofrecían de ordinario -exceptuando lunes y miércoles- al módico precio de dieciocho euros y unos cuantos trajes de chaqueta, abrigos de visón y tacón alto. Alimento del alma para satisfacer las conciencias famélicas, familiarmente, conocido como bodrio cultural y de recreo inane.

(Españoles esperando el bodrio)

Tendríamos que reconocer entonces que vivíamos inmersos en horizonte de sucesos, futuro o pasado, pudiéndose caracterizar este concepto -relacionado con la relatividad general- como el conjunto de puntos de la clausura topológica del dominio de dependencia de una hipersuperficie lumínica situada en el "infinito" que no pertenecen al pasado o futuro cronológico de dicho dominio.

(Horizonte de sucesos)

Desplanzándonos por aquellos dominios pertenecientes a la década ominosa del aniquilamiento del antiguo Régimen y advenimiento de la Santa Transición -tiempo en el que se empiezan a ubicar los primeros datos verificables en torno a la leyenda del mítico iconoclasta Juan sin Credo- nos lo encontramos bailando una madrugada de diciembre en la Discoteca Cerebro, desaforadamente, al estilo Tres Voltios, el tema de Fiebre de Sábado Noche con el presentador del espacio de éxito televisivo del momento, el aplaudido José Luis Fradejas.

(John tres voltios)

Los aplausos, también, le habían correspondido a él, aquella lluviosa noche de sábado, por su puesta experimental en escena de Bodas de Sangre, cerca de la misma calle Magallanes, en su Pequeño Teatro, que regentaba desde hace más de un lustro, de la mano de la compañía TES, a la que él mismo pertenece.

(Lorca posando)

En ese preciso instante, Lorca lee el periódico, puede que fuera la Voz de Almería, aunque aún quedaba ocho años para su creación, ciudad por cierto que está muy satisfecha con la destitución de ”Hugol” y el nuevo fichaje para el banco del donostierra Lillo.

(Hugol en su especialidad)

Decimos pues, tras este nuevo bache del horizonte de sucesos, que Lorca lee un hecho trágico acaecido en Nijar y el 8 de marzo de 1933 estrena en el teatro Beatriz de Madrid por la Compañía de Josefina Díaz de Artigas y Manuel Collado, bajo la dirección artística de Eduardo Marquina, su tragedia andaluza Bodas de Sangre, aunque se consagrará con un rotundo éxito de público y crítica, dos años y medio después, gracias a la puesta en escena de la obra por parte de Margarita Xirgu en el teatro Principal Palace de Barcelona.

(La bella Xirgu)

José Carlos Plaza balbucea en un subidón de adrenalina (entre otro de los turbulentos torbellinos proyectados poliédricamente en la hipersuperficie de la pista de la Cerebro) -a ritmo de los Bee Gees, lentejuela, purpurinas y luces de neón- que treinta años después, precisamente el 23 de diciembre de 2009, en el Teatro María Guerrero, en una coproducción del CDN y el CAT, montará de nuevo Bodas de Sangre -huyendo de cualquier aparente actualización y volver la vista atrás- para ofrecer, a un módico precio y bastante calentito, un bodrio cultural, aderezado con desorden y deglutido con mal gusto.

(El dramaturgo)

¡¡ Definitivamente no !! No nos habían arreglado bien los desperfectos en una de nuestras naves intertemporales que sufrió el apedreamiento por parte de los secuaces de Pedrito el Faltón. Uno de los secuenciadores fallaba en la administración de sus tareas y penduleaba los bucles del tiempo entre una época y otra. De esta manera, las interferencias de voces y lugares estaban aseguradas. Por lo que parece, ciertas opiniones vertidas hasta ahora cuentan que estas lecturas se recogen en la correspondencia inédita en poder de Lolo di A´ Trives acerca de Postregénito López.

(Torbellino temporal)

Sin embargo, otros de nuestros medidores de frecuencia señalaron que en la explosión de unos ruidosos petardos que festejaban el año nuevo en una localidad periférica de la capital, denominada Bella o Valle del Moro, se formó una policromada verbena textual que resultó ser, según nuestra rigurosas pruebas científicas, otro de los documentos perdidos de nuestro idolatrado Juan sin Credo. No queriendo ceder más espacio al terreno de las hipótesis volcamos su hilarante pensamiento para regocijo de sus únicos y fieles lectores.

(Explosión textual)

Tras haber disfrutado con la puesta en escena de La casa de Bernarda Alba, bajo la dirección de Lluís Pasqual, con la participación estelar de Nuria Espert y Rosa María Sardá, (ver enlace http://postrergenito.blogia.com/2009/100501-alba-en-la-negra-procesion-del-luto-para-bernarda.php) no queríamos dejar pasar la oportunidad de contemplar otra de las grandes tragedias de Lorca, Bodas de Sangre, con la dramaturgia de José Carlos Plaza.

(Las actrices de la Bernarda de Pasqual)

Durante días atrás habíamos soportado el fuerte frente de una intensa ola de frío polar pero en aquel momento sólo una fina lluvia penetraba mansa en nuestros cabellos. Aún así, la temperatura dentro del Teatro María Guerrero era insoportablemente calurosa. Se abre el telón sobre un escenario desnudo donde se simboliza una tierra árida, cainita, de un color gris ceniza o marrón muerte, con unos enormes paneles rectangulares, a la derecha e izquierda del espectador, que se irán moviendo, según guión, estrechando el espacio escénico.

(Exteriores del María Guerrero)

Ya en la segunda escena, empezará a crecer una perplejidad que finalizará con un tremendo desencanto. Chillidos y voces, actuaciones muy forzadas, carreras en escena, -Leonardo, interpretado por Israel Frías persiguiendo a la novia, Noemí Martínez-, canciones de cuna desafinadas, fallidas coreografías en el cortejo nupcial... (...play back de Ana Belén en la canción de una luna reptante - ¡¡ Socorro !! -) En definitiva, una absoluta falta de pasión en la escenas con mayor tensión dramática.

(La tierra árida que separa)

Merece la pena destacar la gran interpretación llevada a cabo por Consuelo Trujillo en el papel de la madre pero poco más. Podría suceder que el universo simbólico planteado por Lorca y plasmado en escena por José Carlos Plaza haya tenido una concepción tan altamente metafórica que al espectador medio se le haya escapado de su nivel de comprensión. Pensamos que el CDN se encuentra en la obligación de ofrecer productos culturales inteligibles que se escapen de los caprichos de los directores consagrados que pretenden utilizar el dinero público para experimentar con los autores clásicos de nuestro patrimonio teatral.

(Un único cuadro)

Dicen que Rivimar Saavedra de las Conesas y Juan sin Credo salieron atónitos del teatro por el bodrio cultural que habían consumido. Mientras que Itxi Estúñiga y Lolo di A'Trives no salieron tan apesadumbrados, quizá por el amor que le tienen al texto de Lorca. Dicen que queriendo sobreponerse de su famélica impresión, deglutieron unas satisfechas tapas que les hicieron olvidar el mal trago pasado pensando en lo importante que es la amistad para desechar cualquier tipo de frustración banal producida por una puesta en escena fallida.

(La madre, el novio, el padre y la novia)

1 comentario

Rakisha -

Si; no hay nada como unas cervecitas y unas risas entre amigos para quitar todos los males pasados, presentes y futuros...