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Juan sin Credo

Cómo viajar sin ver

La resaña con seña

Se oye comentar a la gente del lugar que Juan sin Credo ha leído la última obra narrativa de Andrés Neuman, Cómo viajar sin ver, publicada por el Grupo Santillana en mayo de 2010, bajo uno de sus sellos editoriales, en esta ocasión Alfaguara.

 

Parece que el narrador está en primera persona, ya que el texto encierra su diario de viaje durante el periplo hispanoamericano de presentación de su novela premiada con el Alfaguara 2009, El viajero del siglo.

 

Parece que el contexto histórico se centra en la más ardiente actualidad, el más inmediato presente, y se citan acontecimientos tan candentes como el golpe de estado en Honduras, el pánico desatado por la pandemia del virus N1H1, la muerte repentina a la vez que anunciada de Michael Jackson, así como fechas concretas que colocan la narración en una hoja precisa del calendario.

 

Parece que el tiempo interno se relaciona con los meses que dura la gira publicitaria y que está señalado al pie de la última hoja del texto: Junio-Diciembre 2009, aunque se produce una interrupción entre la visita a México y Guatemala, posiblemente entre finales de agosto y principios de octubre, porque el 20 aniversario de la caída del muro le coincide ya en Guatemala.

 

Parece que el espacio se ubica en todos los países de Latinoamérica en dónde el Grupo Santillana tiene sucursal. Comienza en el Cono Sur, desde el país natal del autor, Argentina, y termina en Costa Rica, recorriendo entre medias diez y seis países más, exceptuando Honduras, viaje que se cancela porque en ese momento la nación atraviesa una situación política convulsa debido a el pulso mantenido entre el derrocado Zelaya y el interino Michelleti. Sin embargo el dato que más se destaca de los lugares señalados son los aeropuertos y los hoteles.

 

Parece que el personaje principal es el propio Andrés Neuman. No obstante, aparecerá una nómina ingente de escritores, en su mayoría, o cineastas, del país que visita sobre los que el protagonista da su visión. Entre tantos se pueden enumerar el paraguayo Carlos Colombino, el mexicano Fabio Morábito, el narrador guatemalteco Carlos López, la escritora de Santo Domingo, finalista del Premio Herralde con su obra Escalera para Electra, Aída Cartagena, el boliviano, Premio Nacional de Narrativa, Wilmer Urrelo o el escritor panameño Guillermo Sánchez Borbón, cuya obra más singular se titula El Ahogado. En definitiva una minúscula muestra del numeroso catálogo de autores que se citan a lo largo del diario.

 

Dicen que a Juan sin Credo la lectura de este texto narrativo le ha parecido una muestra del panorama político, social y cultural desde el punto de vista del conocido narrador argentino, aunque en algunas ocasiones le ha resultado un poco monótono y carente de interés tanto detenimiento en autores y más autores pasados muy superficialmente por el tapiz de unos endebles y muy ligeros hilos críticos.

Dicen que a Juan sin Credo, en cambio, sí le han divertido las ocasiones en las que el autor lanza las puyas, por ejemplo, a la delirante melomanía del pistolón Chávez y su inquietante labor de despedazar cualquier opinión contraria a su régimen autoritario que postula una ideología, igualmente a la  que critica, de un pensamiento único intolerante.

(El autor)

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