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Juan sin Credo

La esposa del Rey de las Curvas

La resaña con seña

 

Se oye comentar a la gente del lugar que Juan sin Credo ha leído el último libro de relatos de Alfredo Bryce Echenique, La esposa del Rey de las Curvas, publicado por la editorial Anagrama en junio de 2010.

 

Parece que la persona narrativa alterna entre la primera y la tercera, siendo llamativo el uso que se hace en el titulado La chica Pazos, en el que se ofrece una simultaneidad de voces que hacen confundir la del narrador con la del personaje central del relato, José Manuel Supiros Dellepiane.

 

Parece que el contexto histórico se centra en los últimos cincuenta años. Sin embargo, en el último cuento que da título al libro, La esposa del Rey de las Curvas, la narración se retrotrae hasta 1944, con la imagen de fondo del gran piloto del automovilismo peruano Arnaldo Alvarado, cuando el personaje principal, Pepo –cuya profesora de piano es una vieja conocida de los lectores de Un mundo para Julius, la hermana Mary Agnes- cuenta con sólo cinco años.

 

Parece que el tiempo interno de la narración oscila según el relato. De este modo, en el primero, La funcionaria lingüista –el cual, tras ciertas entrevistas realizadas al autor en diversos medios periodísticos, muestra un ajuste de cuentas con una de sus ex-mujeres-, la acción narrativa transcurre en una década. Sí se puede considerar generalizado, en todos los relatos, la narración de un hecho que parte de la memoria, anclado en el pasado.

 

Parece que el espacio se ubica, principalmente, en Lima, el barrio de Miraflores con su avenida principal de Salaverry, y en las ciudades europeas de Madrid, Barcelona y Paris. Aunque también aparece la ciudad de La Habana postsoviética, en Un viaje corto y final, donde hasta los amigos, ya desesperados, son capaces de dar el sablazo y Bolonia, en En la detestable ciudad de Bolon-i-a, lugar en el que el personaje Joaquín Sumalavía sufre, tras un fin de semana erótico con Isabella Roffo, una súbita descomposición estomacal que arruina y amarga el recuerdo de su estancia en dicha ciudad.

 

Parece que entre los personajes principales destacan la sórdida Raquel Quiñones, a la que sólo le falta la escoba y el gorro, el obseso compulsivo por la limpieza de los zapatos, Eleodoro Holguín, protagonista de El limpia y la Locomotora o el optimista, repleto de vitalidad, y tan simpático Sandro Bernasconi, alias “Peruvian Apollo”.

 

Dicen que a Juan sin Credo la lectura de estos relatos le ha parecido, a grandes rasgos, entretenida, aunque observa cierta irregularidad en la calidad del conjunto, prevaleciendo al menos tres sobre el resto de los demás. Según su criterio, basado, sencillamente, en su propio gusto literario, los principales relatos del libro son La funcionaria lingüista, Peruvian Apollo y La Esposa del Rey de las Curvas

Dicen que, a veces, a Juan sin Credo le sorprende la capacidad que tiene el escritor peruano de no decir nada durante varios párrafos, creando una soberana sensación de aburrimiento infinito que hace muy difícil la continuidad de la lectura sin caer en el más estremecido de los sopores somnolientos.

(El autor)

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